Me gustas más.

Me gustas más cuando crees que nadie te ve, cuando olvidas la coraza en casa y te descubro andando por la ciudad tarareando y sonriendo porque has llegado al estribillo.

Me gustas más cuando no me quieres hablar, pero me miras y se te escapa una sonrisa de medio lado que dice: "¿Qué es lo que voy a hacer contigo?...".

Me gustas más por la noche, porque existen unas horas en las que, por unos minutos, se me olvida que yo soy yo y que tú eres tú. Y ojalá fueran horas.
Sí, me gustas más por la noche...

Me gustas más...

La escena final.

"¡Corre!" pensamos mientras vemos algunas películas, "¡Corre! Déjalo todo y ve tras él/ella." Y luego nosotros nunca corremos, no corremos ni una mierda, y nos quejamos cuando sale el cartel de "The end".

Pues juro que a mi me encantaría correr, pero ahora no estoy muy segura de en qué dirección. Me gustaría correr y gritarte que desde que te conocí mi vida es un infierno, pero que adoro quemarme si luego vas a ser tú el que me va a echar la bronca por ello. Aunque eso suene tremendamente estúpido, porque lo es.
Juro que a mi me encantaría correr si eso va a alargar los créditos finales, aunque sea sólo cinco minutos más. Pero sé que no lo haré, porque estoy casi segura de que a ti te gustaría que lo hiciera, pero en la dirección contraria. Así que, aquí estoy, esperando el fundido a negro. Me quedaré a leer los créditos...por si hay una escena final.

La huida

Con los ojos cerrados no se ve nada.

- ¿Te has hecho mucho daño?
- Me encariñé de una cornisa, aprendí a bailar encima de ella sin resbalar y al final se rompió y me caí de un séptimo. Pero todavía no siento el cuerpo. ¿Me he muerto?.
- ¡Que va! Sólo que todavía no has evaluado los daños...