Mierda.
"Y tanto que va a doler", me dije mientas apretaba el botón del ascensor y escuchaba el sonido de la puerta que se cerraba tras de mi.
Y, es que sabes que la has cagado cuando te quedas 5 minutos parada, sentada en el coche, sin atreverte a encender el motor que te devolverá de nuevo a la realidad.
Como si fuera la última vez
Seguramente no habría existido, porque las últimas veces no se constituyen, se viven. Y con el tiempo habrías deseado tener una última vez consciente. Haber reído más, besado más, alargado más la noche… Como si fuera la última vez.
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